“y los tuyos edificarán las ruinas antiguas; los cimientos de generación y generación levantaras, y serás llamado reparador de portillos, restaurador de calzadas para habitar”
Isaías 58:12
La palabra reparación significa “arreglo de lo que está estropeado”, volver a poner las cosas en el estado que antes tenían. La palabra portillo significa “hueco que queda de una casa quebrada”. Los restauradores deben restaurar la vida espiritual y emocional de las personas, para establecer los principios que son el fundamental del Reino de Dios. Hemos sido llamados a edificar y a reedificar las vidas destruidas, remover los escombros dejados por el pecado, el mundo y el diablo. Con la guía y el poder del Espíritu Santo, debemos remover esos escombros y levantar en su lugar bases sólidas que sostengan la nueva edificación.
Los restauradores deben utilizar las herramientas de Dios para ayudar a las personas que están heridas, dañadas y destruidas y que siguen siendo víctimas del pasado debido a los quebrantos, heridas, conflictos, pecados y maldiciones en su vida