Es un evento especial donde se reúnen un grupo de miembros de la iglesia para recibir una ministración guiada por el Espíritu Santo en temas de sanidad interior como: abuso espiritual, libertad en prácticas espirituales no cristianas, herida de la madre, herida del padre, el perdón y sanidad emocional.
Durante los encuentros cada participante tiene un tiempo de intimidad con Dios rodeado de un ambiente de adoración donde reciben un apoyo constante de intercesión por los pastores, ancianos, consejeros y directores de ministerios. Este acompañamiento en intercesión permite activar el uso de los dones del Espíritu Santo y generar un espacio donde los participantes experimenten la presencia de Dios y reciban restauración en varias áreas.