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Historia de las Ramas:

En busca de algún símbolo que pudiera resumir la historia de El Río y que pudiera servir de fondo para el altar de la nueva sede de la iglesia.

Algún día fuimos a saludar a una tía de Natalia que se ha destacado por su habilidad manual. Al llegar a su casa vimos una especie de cuadros hechos por ella y que se componían de ramas de árboles que ella muy hábilmente unía. Al ver eso, decidimos con Nati, pedirle que nos hiciera uno para la iglesia…

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La historia de Francisco & Carol

Cuando llegamos al Río, Dios venía restaurando y sanando nuestras vidas, de heridas, y decepciones que sufrimos incluso aún después de aceptar a Cristo como Salvador y que nos llevaron a pensar que sólo éramos unas víctimas, por lo cual reaccionamos de una manera equivocada para evitar que nos hirieran más.  Sin embargo Dios se valió de hijos suyos, llenos de amor y del Espíritu Santo  para curarnos y pacientemente ayudarnos a corregir el rumbo. Eso sí, nos dejó experimentar las consecuencias de los errores que cometimos cuando, por contentarnos con modelos de liderazgo puramente humano que dejan por fuera a Cristo, acabamos permitiendo que nuestro primer amor por Él se enfriara.

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La historia de José Dimas y Consuelo:

Conocimos al Señor a los dos años de habernos casado y muy pronto nos interesamos por trabajar en la Obra de Dios. Nuestro campo de trabajo ha sido la enseñanza de la palabra.  Nuestra historia en El Río comenzó con un propósito de Dios. En el aeropuerto de Houston tuvimos una conexión divina con Andrés Vargas. Todavía no existía la iglesia y Andrés y Naty estaban radicados allí.  Mucho tiempo después, nos encontrábamos con mi esposa en busca de un lugar donde poder servir activamente. Habíamos estado asistiendo a Mega-iglesias y nos habíamos sentido descontextualizados de lo que para nosotros siempre ha sido nuestro propósito en la obra del Señor: servir